En Freixenet, somos conscientes que el largo proceso de elaboración de nuestros cavas nace de la tierra, de la vid, y por ello nuestra sensibilidad medioambiental se entiende como el resultado de esta estrecha vinculación entre el proceso de elaboración de sus productos y nuestro entorno natural. El resultado de este esfuerzo es que cada día somos más respetuosos con el medio que nos rodea y lo somos por convicción y responsabilidad (es importante esta palabra, debemos responsabilizarnos puesto que el medio ambiente es un bien común a todos y, cada uno, en la medida de sus posibilidades, debe y puede actuar). Prueba de esta verdadera responsabilidad, es que en 1999 obtuvimos el certificado de gestión ambiental ISO14001, siendo la primera empresa de cava en obtener esta distinción. La obtención del certificado ambiental fue consecuencia de muchos años de implantar mejoras en cada uno de los procesos de elaboración, basados en una idea principal: prevenir antes que tratar. La minimización en origen es la clave de toda eficiencia productiva y medioambiental, es una actitud responsable hacia nuestro entorno.
Por lo tanto, nuestra carrera hacia la adaptación “medioambiental” que requiere esta nueva era, ya lleva, en nuestro caso, muchos años comenzada, y fruto del esfuerzo de todos los colaboradores de la empresa, proveedores y clientes hemos conseguido importantes hitos que pueden agruparse en:
ISO 14001: NUESTRA HERRAMIENTA DE TRABAJO
La implantación como hemos comentado del sistema de gestión ambiental en 1999 supuso un importante punto de inflexión en Freixenet y permitió encauzar de manera sistemática y ordenada todos los esfuerzos ambientales que se estaban llevando a cabo. En este sentido, la implantación de un sistema de gestión permitió en primer lugar medir de manera objetiva todos los aspectos ambientales y establecer indicadores de control que nos permiten establecer objetivos de mejora y medir la evolución ambiental de nuestra actividad incidiendo en aquellos puntos que todavía se pueden mejorar, minimizar o incluso eliminar.
Nos gustaría destacar el papel relevante que ocupa el personal de la empresa. Como hemos dicho el sistema de gestión es una herramienta y como tal necesita la sensibilización y el buen hacer de nuestro personal para utilizarla de manera óptima. Freixenet es consciente que sin la implicación y ayuda de todos sus colaboradores este sistema no hubiera alcanzado la madurez que tiene hoy en día.
REDUCCIÓN DE AGUA POTABLE
Uno de los aspectos ambientales que más preocupan al departamento de medio ambiente de Freixenet es la reducción del consumo de agua. Hasta la fecha y comparando los consumos de agua actuales respecto a los consumos antes de la implantación del sistema ISO14001, la reducción es de un 40% por botella producida. Esta reducción se ha conseguido utilizando la metodología que siempre usa Freixenet: Medir, priorizar, reducir u optimizar e invertir.
REDUCCIÓN DE LA CARGA CONTAMINANTE EN LAS AGUAS RESIDUALES
Freixenet ha sido pionera a nivel sectorial en la implantación de objetivos para reducir en origen la carga contaminante de sus aguas residuales. Corría el año 1990 cuando Freixenet vio la necesidad de invertir en depuración. Existían dos opciones, la primera invertir en una gran depuradora biológica o la segunda estudiar, en el punto de origen, donde se generaban las mayores cargas orgánicas y eliminarlas o si no era posible, al menos reducirlas al máximo. Freixenet optó por la segunda opción, y el resultado fue sumamente exitoso. Se caracterizaron todos los puntos que vertían aguas residuales, es decir, todas las limpiezas, todas las líneas de producción, y una vez conocidas las cargas orgánicas, se establecieron objetivos para reducir la contaminación entre un 50-70%.
Esta filosofía de reducir continuamente la carga orgánica ha permitido que, una empresa del tamaño de FREIXENET no necesite, hasta la fecha, una depuradora biológica convencional y depuramos básicamente con balsas de aireación y esto en una empresa de nuestro tamaño es un gran éxito.
REDUCCIÓN EN LA GENERACIÓN DE RESIDUOS INDUSTRIALES
Freixenet lleva años implantando objetivos para eliminar o reducir la generación de residuos industriales. Estos objetivos han permitido a la empresa reducir un 37% el total de residuos industriales generados por botella producida y un 76% los residuos no valorizables que se llevan a vertedero. Esto ha sido posible eliminando el embalaje de un solo uso en el que recibíamos nuestros materiales por embalaje de reutilizable. También se ha invertido en sistemas de evaporación y concentración de subproductos y en la implantación de sistemas para reducir las mermas, en especial las debidas a roturas de vidrio.
ENERGÍA Y CAMBIO CLIMÁTICO
Actualmente Freixenet está volcado en un doble objetivo, ser más eficientes energéticamente y contribuir a contrarrestar los efectos del cambio climático.
Para poder reducir la energía la empresa dispone de contadores por sección ligados a un software de control. También se están llevando a cabo auditorías energéticas que permiten establecer importantes objetivos de reducción y mejora.
En el mismo sentido, las bodegas del Grupo Freixenet han sido, también en este caso, las primeras empresas del sector del CAVA en verificar sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de toda la organización, de acuerdo con la norma ISO14064-1.
Con la integración del cálculo de la huella de carbono “Medio Ambiente CO2 verificado”, dentro del Sistema de Gestión Medioambiental ISO14001, el Grupo Freixenet obtiene nuevos aspectos de mejora ambiental que se integran con la operativa diaria de sus Cavas. El objetivo de este proceso de integración es la reducción de las emisiones de CO2 y contribuir en el proceso, tanto de mitigación como de adaptación al cambio climático.
En este sentido, es importante destacar algunas de las innovaciones en viticultura sostenible, como destinar la madera resultante de la poda de invierno a generar biomasa; las cubiertas vegetales sembradas entre las hileras del viñedo para compensar la vigorosidad de las cepas y favorecer la biodiversidad del suelo; o el uso de feromonas específicas para combatir la plaga de la polilla del racimo.
FREIXENET Y LA PRESERVACIÓN DE SU ENTORNO NATURAL
La necesidad de conocer en profundidad aquello que nos rodea nos llevó a iniciar un intenso proceso de inventario y catalogación de la biodiversidad de nuestras fincas. Un inventario que todavía se revisa mensualmente con paseos naturalistas y que nos ha permitido tener identificadas centenares de especies animales y vegetales que comparten con nosotros el entorno, y que se han convertido en un patrimonio natural de gran valor que queremos preservar y promocionar.
Fruto de esta convicción, hemos establecido acuerdos de colaboración con diversas entidades de preservación de la biodiversidad que se han incorporado a nuestro trabajo diario. Instalando cajas nido en lugares adecuados del viñedo o preparando refugios en las zonas forestales que los bordean podemos liberar aves y mamíferos procedentes de centros de recuperación de fauna salvaje; colaborando estrechamente en proyectos europeos como es el caso del proyecto BioDiVine participamos en la demostración de los beneficios de la biodiversidad en el paisaje vitícola; naturalizando los márgenes del viñedo ofrecemos un lugar de refugio, alimentación y conectividad a la fauna.
LA INNOVACIÓN, UNA HERRAMIENTA PARA LA SOSTENIBILIDAD
Como respuesta al reto que supone producir más de 60 millones anuales de botellas de CAVA sólo en su establecimiento principal, y más de 100 millones a nivel del Grupo Freixenet, una de las estrategias ejecutadas ha consistido en obtener el desarrollo del proceso de arrimado y desarrimado de botellas en las cavas mediante la robotización integral del estas operaciones.
La implantación de todo el sistema logístico en cavas, ha representado no sólo una mejora significativa en la optimización del proceso, sino también la creación y el desarrollo de una tecnología robótica propia, pionera en el sector, con soluciones nuevas e inéditas, cuyas aplicaciones contribuirán sin duda a cambiar de forma positiva la mentalidad de producción y la imagen de las empresas vitivinícolas.
Este objetivo ha permitido incrementar la capacidad de las cavas de Freixenet un 32,2%, reduciendo la dispersión de las existencias de producto en curso un 64% y eliminando el tráfico de camiones por carretera en 10.450 trayectos/año, lo que supone una reducción de 545tn año de CO2 a causa de la eliminación de los transportes y los almacenes auxiliares.
Freixenet aspira a seguir mejorando continuamente sus impactos ambientales porque el largo proceso de elaboración de sus cavas nace de la tierra, de la vid, y en este sentido, su sensibilidad medioambiental se entiende como el resultado de esta estrecha vinculación entre el proceso de elaboración de sus productos y nuestro entorno natural.